...Pepe Ávalos
-"Me gusta comer helados de turrón y meter la mano en un saco de lentejas.
Me gusta ver las gotas de lluvia deslizarse en la ventana y el olor a tierra mojada.
Me gusta escuchar la música de las palabras y el arrullo de la voz.
Me gusta recordar la vieja tienda de ultramarinos de mis tíos al caer el sol en las tardes de verano, y las reuniones con ellos, sus seis hijas y algunos otros familiares. En aquella sala con olor a pimentón y a canela, acomodados entre los cajones del pienso de los conejos y los sacos de legumbres se enredaban comentarios acerca de algún vecino, sucedidos, chistes, novedades que traían los forasteros… Y más pronto que tarde llegaba ese momento mágico en el que todos quedábamos pendientes de una sola voz, de una historia única que centraba toda la atención. Tuve la suerte de ser aquella voz en algunas ocasiones y gozar de un público cercano y entrañable.Y creo que desde entonces también me gusta contar."
Me gusta ver las gotas de lluvia deslizarse en la ventana y el olor a tierra mojada.
Me gusta escuchar la música de las palabras y el arrullo de la voz.
Me gusta recordar la vieja tienda de ultramarinos de mis tíos al caer el sol en las tardes de verano, y las reuniones con ellos, sus seis hijas y algunos otros familiares. En aquella sala con olor a pimentón y a canela, acomodados entre los cajones del pienso de los conejos y los sacos de legumbres se enredaban comentarios acerca de algún vecino, sucedidos, chistes, novedades que traían los forasteros… Y más pronto que tarde llegaba ese momento mágico en el que todos quedábamos pendientes de una sola voz, de una historia única que centraba toda la atención. Tuve la suerte de ser aquella voz en algunas ocasiones y gozar de un público cercano y entrañable.Y creo que desde entonces también me gusta contar."
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