jueves, 6 de junio de 2013

PREGÓN

Este año el texto que nos sirve para convocar a ubetenses y visitantes a nuestro festival de cuentos viene con la firma de Pablo Albo, el ínclito, el esclarecido, el renombrado, el simpar, grande entre los grandes, guapo entre los guapos. No es la primera vez que nos visita, pero ya hacía un tiempo que no teníamos la oportunidad de gozar de su verbo ágil y chisposo, de su pícara sonrisa, de su capacidad para ponerte a cavilar y hacer que  escuches poesía casi sin darte cuenta.

Aprieten el paso en los pueblos vecinos. Lávense las corvas los lugareños. Plánchense la camisa que hay fiesta y es de las gordas. ¡Qué llegan las palabras!

Como todos los años, Úbeda llena de palabras de nuevo. Y será como nunca, como siempre. Úbeda va a pintar los silencios con historias, banderitas en las calles, procesión de palabras, aluvión de vivires vividos.

 Abran ventanas y orejas. Pinten fachadas y muros. Limpien silencios y risas. Vamos a vivir juntos, por un ratico, cosas que no pasaron pero se recuerdan. Hagan un hueco en el pueblo que vienen los narradores con sus bocas habladoras. Buscan oídos para encantarlos. Traen historias de amor y de vida, de aire, de viento, de piel, de miel, de espino. Les pondrán los pelos de punta, el corazón en vilo, los pies sobre ascuas… y valdrá la pena. Avisados quedan ustedes.

¡Por Dios, hagan callar a aquella vecina! ¡Cierren el pico a aquel niño! Déjennos oír con calma, llorar si se tercia, pensar si se ofrece, reír sin mesura. Que vienen cuentistas de aquí y del mundo. Oigamos con pausa y regocijo.
Silencio, que parece que empieza…
 
Pablo Albo, 2013


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